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Saoirse Clarke tiene diecisiete años y no cree en el amor. No está buscando una relación pero cuando conoce a la irresistible Ruby todo salta por los aires… más o menos. Porque Ruby le propone pasar el verano teniendo las típicas citas de las películas de amor pero sin comprometerse: al final del verano, cada una seguirá su camino. Ni rupturas ni corazones rotos. Con una premisa un poco diferente a lo acostumbrado, este libro de romance es el primer "girls love" que me animo a leer y me ha gustado mucho la experiencia. Combina los elementos de romance con amor y drama de una forma muy bien llevada, la lectura es muy ágil y en cuanto coges un poco de ritmo no puedes parar de leer. Es una lectura muy entretenida que toca algunos temas muy interesantes que nunca había visto en otros libros y eso la hace un poco distinta. Creo que su punto más débil es Saoirse como narradora. Es un personaje divertido y bien construido, pero a veces peca de ser un poco dramática. Por algunas cuestiones que no voy a desvelar, está algo desesperanzada con el futuro y eso hace que tome varias decisiones cuestionables a lo largo de la obra. Además, si bien puedo llegar a comprenderla, a veces su actitud peca de ser un tanto infantil en algunos aspectos, sobre todo teniendo en cuenta por lo que ha pasado. En general, es una lectura muy disfrutable y capaz de sacarte varias sonrisas, si bien, un poco predecible. Aún así, ha tenido cosas muy interesantes y momentos sorprendentes, con un romance muy bien llevado y con subtramas que se podrían haber aprovechado más. En definitiva, es un libro sencillito y entretenido, perfecto como lectura ligera. Irbis. |
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