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En este libro conoceremos a Eden, una adolescente a la que le ha sucedido un hecho traumático, que esconde a todo el mundo. Pero Eden no está bien, y empieza un peligroso juego de autodestrucción en el que todo puede salir muy mal. ¿Será capaz de contarle a su familia lo que pasó cuando tenía catorce años? ¿Saldrá de esa vorágine en la que se ha metido, huyendo de los problemas? Porque a veces una sonrisa puede parecer la mayor mentira que he dicho nunca. Con una pluma cautivadora, dura y directa, esta escritora nos trae una historia que me ha encogido el corazón. Un libro que nos habla de las diversas vías de escape que la protagonista escoge para paliar el dolor y la angustia que siente por lo que pasó cuando apenas era una niña. Miedo, vergüenza, culpa, soledad y dolor en un desgarrador relato que te pondrá el corazón en un puño. Eden, tan vulnerable y emotiva, se olvidará de quien es ella misma, para dar paso a una chica que no le importa lo que pase, que bebe, que se dr0ga, que se acuesta con desconocidos, todo para que nadie se entere de que, por dentro, está destrozada. Hasta que conoce a Josh Miller, con el que empezará a sentir de verdad. Con un final que da pie a la segunda parte, que ya la tengo en mi poder y que la empiezo en breve, nos encontramos con una historia dramática, en la que el amor propio, la salud mental y la familia y los amigos, son lo más importante para salir adelante. Os dejo una de las frases que más me han gustado: “Todos esos quizás dando vueltas en mi cabeza me hacen pensar que podría ser otra manera de decir esperanza”. |
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