La séptima entrega de Millenium reproduce de nuevo el ritmo vertiginoso, la crueldad de sus tramas, las personalidades opuestas de sus protagonistas y la resolución de un entramado complejo. Además, suma nuevos personajes entorno a Lisbeth y Mikael, cambia de atmósfera y ofrece la posibilidad de una continuación. Si acaso, cabe reprochar a la nueva autora un final un tanto precipitado. En resumen, mantiene su esencia y continúa con su camino en buenas manos. |