El debut de Ana Iris Simón es una obra pequeña que se lee en un suspiro, escrita con un lenguaje que se mece entre lo moderno y lo ancestral. Una obra pequeña pero entrañable, que versa sobre su estirpe familiar, sobre la vida en el pueblo, sobre lo que nos hace humanos, en fin. No solo recomendable, sino obligatorio para aquellos que hemos vivido y disfrutado de la vida en el rural.
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