Me lo he pasado pipa con la historia de Tamara Drewe, súper disfrutona (aunque tiene su parte de tragedia). He amado a sus personajes deslenguados, los salseos y líos amorosos, su feminismo y sobre todo, ese estilo tan libre y creativo de Posy. La británica mezcla páginas con párrafos de texto y preciosos dibujos (cual libro ilustrado), con viñetas clásicas, fragmentos de revistas y periódicos, cartas, anuncios, emails... Se ambienta en la campiña inglesa, en concreto en un refugio para escritores, lo cual para mí es otro plus.
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