Los dos primeros tercios del libro son absolutamente maravillosos. Silva hace que sintamos la crudeza y la belleza de dos personas rotas que se encuentran e inician una relación. Frases sublimes, música maravillosa nos van llevando al ritmo del amor de Mónica y Ramón. Pero... Pero el último tercio.. No me ha gustado nada, no sé qué giro ha dado ahí el autor, que para mi gusto ha estropeado una buenísima historia cambiándomela por una crónica periodística de guerra. A pesar de todo esto, el libro merece la pena por esa belleza de prosa que siempre nos regala Silva. |