Jordi Sierra i Fabra es uno de mis autores comodín, siempre que me apetece acertar con una lectura sencilla, rápida y que enganche recurro a él, pero en esta ocasión no ha sido así; es una historia corta, muy flojita, un poquito ñoña, una lectura juvenil sin demasiada intriga y la poca que hay no consigue enganchar.
|