Al mismo nivel que los de Carmen Mola, engancha desde la primera línea, una historia muy bien trabada, en la que la protagonista no es policía, sino periodista, y en el que consigue que no desees que encuentren al/la asesin@ ya que la empatía se crea con el/la "mal@". Sin duda un buen libro policiaco de los que se leen del tirón, espero que continúe con más casos de esta periodista.
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