Me sumergí en esta lectura porque fue elegida por el club de lectura en el que participo y ha sido todo un acierto. Adictiva. Te engancha desde el primer momento y el ritmo vertiginoso de las últimas páginas no me ha permitido soltarlo. Una periodista de investigación. Un policía curtido. Ambos tienen el mismo objetivo: descubrir la verdad sobre el asesinato acometido de madrugada en un polígono industrial. Una víctima. ¿Víctima o verdugo? Eso tendrán que descubrir los personajes, la realidad del muerto, qué se escondía tras una vida formal de marido y padre. Es la primera novela de la autora y, sin duda, dan ganas de seguir leyéndola.
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