 |
Punto de inflexión es una novela dinámica, ligera y entretenida. No es lo mejor del autor, pero tampoco pretende serlo. Saltos entre mundos y múltiples realidades. Una base que consigue ser innovadora, a su manera, a pesar de sonar algo trillada; y con una trama que no resulta compleja a pesar de tocar el tema que toca. Una obra en la que lo importante no es el desenlace, que puede no ser el más sorprendente, sino el camino que se recorre para llegar hasta él. Y es que, para mí, lo mejor es cómo creces y evolucionas junto al protagonista. Te metes en su mente desde la primera página y lo acompañas en su viaje de autodescubrimiento, abriendo los ojos a la realidad del mundo en el que vivimos y a todo lo que hay en él que debería cambiar y que, muchas veces, no somos capaces de ver. Por todo ello, es una lectura que me parece especialmente interesante para aquel lector joven que todavía está aprendiendo, reforzando sus valores y construyendo su propia opinión del funcionamiento de nuestra sociedad. Aunque no por ello deja de ser también una magnífica opción para cualquier lector que busque una lectura amena que no requiera excesiva concentración, ideal para leer en aquellos momentos en los que la vida nos tiene con la mente algo saturada. |
>
