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Con este libro que llegamos al final de la trilogía de la autora L. J. Shein que tan buenos momentos nos ha dado. Y es que Chic cuando apuesta por una autora, apuesta siempre sobre seguro. Nos vamos a encontrar una novela juvenil de enemiers to lovers. Aunque no tengo yo claro que lo es, cuando los dos llevan colgaditos el uno por el otro desde que eran pequeños, pero bueno, no es lo que demuestran y es con lo que conviven hasta los años de universidad. A ambos les gusta el arte, ambos son niños de papá, ambos quieren acabar estudiando lo mismo, ambos son rivales desde pequeños, pero… esas chispas se convierten siempre en desprecios y malas caras. Cada uno lleva su carga detrás. A Vaughn le persigue su pasado, un pasado difícil de olvidar. A Lenora le falta parte de ella. Ambos están incompletos y eso les hace ricos, pero no felices. Como digo yo, todo menos sentarse a hablar. Pero así es la juventud. Como he dicho esto lo arrastrarán desde pequeños, todo el instituto hasta que se juegan una beca en una escuela de arte elitista propiedad del padre de Lenny. Donde de nuevo se vuelven a encontrar Vaughn como becado y Lenny como ayudante y trabajadora del centro y es donde empezarán a encontrarse y conocerse un poco más sus demonios. Tanto que llegaremos a empatizar hasta con el psicótico, voluble, excéntrico y odioso Vaughn, y es que peor persona y amigo no se puede ser. Pero al final, todos tenemos un por qué, todos actuamos por algo, todo tiene un origen y quizás hasta le lleguemos a coger cariño por muy difícil que lo veamos o imposible, y es que cuando las personas se abren, cuando llegamos a conocerlas, todas tienen un algo que las hacer son como son. Os gustaría conocer esta historia tan bonita. |
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