Una familia casi perfecta

“Una familia casi perfecta” es un drama familiar con dosis de suspense (no es un thriller), que plantea como idea de fondo una interesante cuestión: ¿realmente conoces a tus hijos? ¿hasta qué punto son como tú crees que son?

Jenny tiene una vida aparentemente plena. Trabaja como médico de familia, está casada con un reconocido neurocirujano y es madre de tres adolescentes. Cuando Naomi, su hija de 15 años, no regresa a casa una noche, esa vida perfecta se desmoronará, sacando a la luz una serie de secretos y mentiras que llevarán a Jenny a preguntarse si realmente conocía a su familia.

La historia se desarrolla en dos líneas temporales intercaladas, una de ellas unos días antes de la desaparición y otra un año después. Ambas tratarán de ofrecer respuesta a una única pregunta ¿qué ocurrió la noche en que desapareció Naomi? En mi opinión, el contar la historia de esta forma consigue restarle tensión a la trama, ya que desde el comienzo sabemos que la investigación llevada cabo en el pasado no tuvo ningún resultado. La línea del presente tiene como objetivo básicamente mostrar el impacto que la desaparición de Naomi tuvo en los que la rodeaban, y creo que una narración lineal habría conseguido lo mismo, logrando generar una mayor intriga.

He de confesar que la relación entre Jenny y sus hijos me confundió (y cabreó) bastante, haciendo que no empatizase con ninguno de los personajes y sin llegar a entender el porqué de su comportamiento. ¿Por qué a ella le recriminan una serie de cosas y a su padre no, cuando la manera de actuar de ambos era la misma? Es interesante cómo refleja los diferentes niveles de exigencia e implicación que se piden aún hoy día a hombres y mujeres cuando de criar a los hijos se trata.

El personaje de Jenny me resultó demasiado ingenuo. Aún con todas las pruebas delante, parecía preferir seguir creyendo una mentira, sólo por no ir en contra de la imagen idealizada que tenía de sus hijos en la cabeza. La autora consigue meterse en la mente de una madre y logra transmitir perfectamente el dolor por la pérdida de un hijo, con reflexiones acerca de la maternidad en general, del papel de Jenny como madre y de la culpa que en ocasiones uno se echa encima sin merecerlo.

La resolución me resultó un poco desconcertante, no ya por el final en sí, sino porque no creo que a lo largo de la historia se justificase lo suficiente que ese personaje actuase de esa forma (no puedo elaborar más para evitar spoilers).

Narración pausada y con un carácter más introspectivo, pero que aún así logró mantener mi interés hasta el final, más centrada en reflexionar acerca de las elecciones tomadas en lo que respecta a la crianza de los hijos y la percepción que se tiene de estos, y que destruye el concepto de “familia perfecta” para mostrar todas las mentiras y secretos que pueden esconderse bajo una apariencia idílica.