Es uno de esos clásicos que me ha llevado años leer por fin y me arrepiento, porque es exactamente lo que me encanta de la literatura victoriana de la época: la atmósfera caótica, la naturaleza salvaje, el misticismo, los personajes, que son a la vez amables y brutales. Frankenstein es un clásico que merece su nombre y que nos da cosas que pensar, sobre creado y creación, sobre héroe y villano. |