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Continuando con el Especial de Halloween, hoy les traigo la mini reseña de Frankenstein de Mary Shelley, todo un clásico de la literatura y muy recomendado para esta época. Aunque yo mucho de terror no le veo, los lectores y hasta Wikipedia lo encierran en esa casilla. Tal vez sea que me aburrí un poco mientras lo leía o que simplemente el frío que pasó el protagonista en las últimas escenas no concordaba con el calor que tenía yo mientras trataba de sentarme donde me diera el viento. Sin embargo, no puedo negar que Shelley atrapa con su narración, logra ubicar muy bien los suspensos y crear un espacio de reflexión. ¿El hombre puede llegar a ser Dios? Pues el Doctor Frankenstein tiene esa respuesta y su monstruo también. La narración no es lineal y los escenarios van cambiando a medida que la novela avanza. Algunos personajes logran traspasar las páginas más que otros. Sus personajes rebosan de características y de una personalidad torturada, en especial Frankenstein, al cual, a pesar de sus acciones, uno no puede llegar a detestar. ¡Y el monstruo! Es malo, muy malo, pero tan incomprendido. Él no tiene la culpa... ¿o sí? Otra de las cuestiones que viralizan esta lectura. A pesar de que todo el mundo seguramente lo ha leído como una obra de terror, a medida que pasaba las páginas yo no podía sentir más que profunda lástima por la situación del monstruo. La criatura que es arrojada a la vida sin haberlo pedido, sin preparaciones ni contención de ningún tipo y tan diferente a los demás seres que habitan el mundo. Cómo no detenerse un momento a sentir pena por él, que hasta carece de nombre. Esta es una de esas obras que trasciende al autor... Cuando alguien dice Frankenstein, ¿piensas en el Doctor Victor Frankenstein o en el Monstruo de Frankenstein? Con planteamientos morales, con sacudidas a la realidad y un poco de miedo dando vuelta (y mucha ciencia ficción) Mary Shelley logra una novela única que tiene muy bien merecido su puesto de clásico. Enlace: http://nannybooks.blogspot.c.. |
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