De este libro destaco mayormente la narración. La forma de escribir de la autora es muy bonita, con algunas descripciones muy evocativas. Sin embargo cae en la repetición y en dar rodeos y más rodeos alargando una trama que en realidad es bastante sencilla. Llevo tres libros de la autora y el único que recomiendo con los ojos cerrados es "El cuento número trece". Desde entonces los que he leído me han dado la impresión de que se iban arrastrando lentamente hacia un final que, aunque por la preparación del resto del libro esperaba que fuera más satisfactorio, me ha parecido flojo. Todo acaba cuadrando, sí, pero ha pasado sin pena ni gloria. Bonito de leer, más costumbrista que de realismo mágico (hay muy poco de esto, casi inexistente). Una historia sobre las circunstancias y retazos de la vida de algunos de los personajes que están relacionados con lo que ocurre al principio del libro. Creo que la trama va saltando de las "historias" al misterio, de lo incierto a lo trágico, de la esperanza a las quimeras, de modo que el hilo de la trama misma va serpenteando como un río. Lectura pausada, más drama que fantasía. |