Las chicas son guerreras

No seré yo quien ponga en duda las intenciones de los autores, pero lo cierto es que hay una excesiva tendencia en los textos de estas 26 biografías hacia aquello de que las chicas estén por encima de los chicos.

A que sean mejores que ellos, a que ellas ganen, y esto, en un mundo que busca la igualdad entre ambos sexos, chilla como una blusa amarilla en un velatorio.

Esta falta de tacto en la escritura es quizá la anomalía de libros que rescatan el papel histórico de la mujer, siempre ocultada bajo la alargada sombra del macho cabrío.
Que una cosa no quita a la otra.

En lo fundamental, la obra pone sobre el tapiz un puñado de mujeres que van desde las muy conocidas Lady Gaga, Marie Curie o Virginia Wolf a otras anónimas que bien merecen que sus logros sean divulgados.

Como en todos estos muy necesarios aciertos editoriales siempre echo a faltar a las malas.
Tan solo recuerdo a un autor que haya osado nombrarlas, tal como hizo Albert Merino en sus "Rincones"

La narrativa está también demasiado infantilizada. A veces reconozco a mi yo de 8 años sacando la lengua y haciendo pedorretas en aquellas batallas sexistas de niños y niñas por ver quienes eran mejores.

Está recopilación de vidas sin embargo sí cumple la máxima, que no es otra, que la de recordar o dar a conocer las dificultades que han tenido y todavía tienen las mujeres de hacer lo que les venga en gana, por no tener unos atributos entre las piernas, que además de feos, son incómodos de narices.

El caso más reciente es el de Malala que por desgracia representa a miles de mujeres que todavía padecen bajo el yugo de las barbas del profeta.

Buenas ilustraciones de Nuria Aparicio que acompañan, insisto, a una obra llena de buenas intenciones, pero no siempre acertada.

Y es que estoy convencido de que es mucho mejor unir a la causa a los hombres, que querer derrotarlos en todo pues la única victoria posible ha de ser la igualdad