Esta novela me ha abierto nuevas puertas a la lectura. Es una historia dramática (sobra decirlo) pero mentiría si dijese que todo ha sido eso. Me he reído mucho con el personaje del zapatero y con el niño (buenas frases nos han dejado) que le dan un toque muy positivo a la historia. Es un libro con una trama potente y unos buenos protagonistas, con una narración bastante ligera. Me ha gustado mucho la historia alrededor de Joana y Florián, y en cambio he odiado profundamente a Alfred (solía hacer descansos en sus capítulos porque no podía con él). Ha sido muy interesante conocer la Alemania de aquellos años y descubrir un poco la historia del Wilhelm Gustlof. Lo único que no me ha gustado y por lo que no tiene para mí las 5 estrellas (aparte de que al principio parece que nunca va llegar eso que todos esperamos que pase) es que el final ha sido un abrir y cerrar de ojos, en menos de lo que esperaba había pasado todo y el libro había acabado (no tan mal como creía, pero acabado). Demasiado lento al principio y demasiado rápido al final, pero un placer en todo momento. Totalmente recomendado. |