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En este libro se nos presenta como eje central a la psicóloga forense Seon-gyeong, que verá como su vida de profesora se ve alterada por dos nombres propios. Uno de ellos será Lee Byeong-do, asesino en serie que requiere hablar con ella insistentemente y Ha-yeong, hija del primer matrimonio de su marido que manifiesta comportamientos extraños tras la muerte de su madre y el incendio que días atrás ha acabado con la vida de sus abuelos. A pesar de las diferentes vivencias, la psicóloga encuentra similitudes entre el asesino en serie y su hijastra de once años. La novela tiene una pluma interesante, ya que se centra en lo importante, la narración es ágil y no decae en ningún punto de la trama. Los capítulos son cortos e invitan a leer la historia en aras de conocer cómo se van desarrollando los acontecimientos. Como punto altamente positivo, la alternancia de protagonismo en los capítulos, a veces éste recae sobre Lee Boeing-Do exclusivamente, otras veces en la pequeña Ha-yeong, en contadas ocasiones en Lee Sang-uk y Yu Dong-sik quienes investigan el incendio; siendo los más habituales los que protagoniza Seon-gyeong con el preso o con su hijastra. Como ya he dicho antes, la lectura es trepidante, ya que la autora no deja nada al azar, ni permite que la acción decaiga, pero si es cierto que hay ciertas cosas en esta novela que resultan previsibles y que el lector puede llegar a esperar que sucedan careciendo de sorpresa alguna cuando se cumplen. El final me ha parecido bastante acorde a lo que ha sido la novela, por lo tanto me he quedado con buen sabor de boca al acabarlo. Ha sido un buen broche de oro a una historia original. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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