Allá por los 70, era muy habitual novelizar algunas películas, sobretodo prácticamente recién estrenadas –detalle que suele dar pie a equívocos, evidentemente, sobre qué fue antes-. Este es uno de esos casos. Comentar desde YA, que da igual haber visto la peli, pues la novela se disfruta igualmente. Tenemos a Robert Thorn, cuyo hijo recién nacido acaba de fallecer; en la clínica le ofrecen clandestinamente adoptar a un bebé que ha llegado al mundo a la vez que el suyo, pues la madre de este ha fallecido en el parto, así que a este señor, al igual que al cura encargado de la clínica, le parece buena idea, pues su mujer Katherine tiene ciertos problemas de salud “mental” respecto al tema… y es que ha sufrido varios abortos y está bastante tocada. Por supuesto, no le dicen ni media y ella se queda tan pichi en su ignorancia de recién estrenada madre. Así, el pequeño Damien va creciendo… y con él diferentes sucesos que paulatinamente se van haciendo más escalofriantes, dejándonos muertes de lo más variopintas, suicidios o gente de lo más extraña, a la par que inexplicables episodios violentos que se dan cada vez que Damien hace acto de presencia. Y es que nuestro niño protagonista tiene en su piel la marca de la Bestia, literalmente… pero no está a la vista. Bien, como decía al inicio de la reseña, es una película que tengo bastante vista, por lo que sabía de qué iba el tema; la verdad es que esto no le quita para nada disfrute a la lectura, me ha encantado la novela, resultándome adictiva y entretenida. Los personajes están muy bien tratados, puedes ponerte en la piel de algunos de ellos sin problema, de hecho es fácil sentir empatía con la pobre Katherine. Mención especial a la escena del zoo, que me ha gustado mucho. La ambientación está conseguida, dando las descripciones justas y necesarias, tanto para meterse en situación como para crear ese morbillo que nos dan las historias de terror con cierto gore, aún teniendo en cuenta que estamos a mediados de los 70 y el género estaba en pleno auge y crecimiento. Eso sí, tampoco es una locura en cuanto a ser explícito, precisamente por esto mismo. Tenía muchas ganas de leerla y me quedo con una sensación muy positiva tras hacerlo. Por supuesto, lectura recomendada, junto con la película. |