Nos encontramos ante una distopía ambientada en Nueva York donde nada es lo que parece o recuerdas... Cora es una joven que trabaja para el Gobierno. Quizá su trabajo resulte algo peculiar, se encarga de borrar los vídeos que las personas guardan en sus dispositivos. ¿Raro no? Un buen día, unos rebeldes irrumpen en las oficinas en las que trabaja y todo su mundo se pone patas arriba. Ana ha creado personajes bien definidos. Cora, la protagonista, es una caja de pandora; compleja, que va madurando y cambiando según va avanzando la trama. Brooks, es un huracán con las ideas bien definidas y que peleará por ellas hasta el final. Y Elliot es el puente de unión, la cordura, la amabilidad. Es un libro inquietante, que te hace reflexionar sobre la humanidad, de cómo el poder lo corrompe todo y mueve todo. Me ha gustado mucho, si bien, el comienzo puede parecer algo lento, según vamos avanzando la trama se enreda y hay muchos giros interesantes y para nada predecibles. El único pero que le pongo a la historia es que el final se haya desenvuelto tan rápido, quizá esperaba algo más épico o arriesgado. |