Un libro con una prosa idílica donde la medicina tradicional convive con los usos y costumbres que me han llamado mucho la atención. La obsesión de tener un hijo varón (es una obligación de la esposa) junto con el padecimiento físico del vendado de pies y la existencia admitida de las concubinas han sido unas costumbres que me han parecido increíbles. La medicina tradicional coexiste con las no tan admitidas como las parteras pues su contacto con la sangre las hace indignas. Me ha encantado como la armonía y el equilibrio mental y de las emociones con el bienestar o malestar del cuerpo se tratan en el libro. Me he anotado multitud de frases que hacen aún más bello el libro. "La bondad puede surgir de las dificultades. El triunfo puede brotar de la adversidad |