Un crimen con clase

Cozy crime de época para los amantes de los misterios light y los Bridgerton. Para el que no le resulte conocido, un cozy crime es una historia de crímenes y misterio en el que todo es blanco, es decir en el que no hay un gran derramamiento de sangre y en términos generales acaba bien.

En un crimen con clase concretamente vemos la historia de Beatrice, la mayor de las hermanas Steele, quién no está hecha para ser la típica señorita de época y su mayor ilusión es la resolución de crímenes de los que tiene noticias a través de la lectura de los periódicos de su padre, lo cual está prohibido para una mujer de clase como ella. Especialmente los de un investigador privado y su socio en Londres.

Por casualidades del destino, durante la celebración de un baile en la casa más importante de su población, perteneciente a la familia de su mejor amigo y mejor opción como futuro marido para la salvación de su propia familia, se produce un asesinato. Es ahí cuando Beatrice pone en práctica todo lo aprendido en estas lecturas detectivescas para salvar a los vecinos, amigos, familia e incluso a ella misma, pues todos los asistentes se encuentran encerrados en esa casa por causas meteorológicas con el desconocido asesino.

Sinceramente, esta lectura me ha gustado mucho tanto por lo variopinto de la temática, la cual no es usual dentro del marco de esta época y menos con una mujer como protagonista, como por lo enrevesado de la historia y lo difícil para mí que ha sido descubrir el asesino ante los múltiples sospechosos y las muchas razones que tenían cada uno de ellos para cometer el crimen.