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John Scalzi sabe cómo escribir una historia. Era difícil superar la primera parte de la saga, y no lo consigue, pero aún así es un gran libro de ciencia ficción. La mezcla de ética y acción se unen perfectamente en esta ocasión para llevar al lector a cuestionarse preguntas básicas de la moral humana a la vez que te diviertes leyendo sobre las operaciones secretas que realizan las Brigadas Fantasma en planetas lejanos. Es verdad que en este segundo libro no tienes el gancho de un personaje que te atraiga como ocurrió en la primera parte con John Perry, pero sin embargo consigue construir una serie de personajes bien definidos que no te van a dejar aburrirte mientras lees. También profundiza mucho más en el universo creado por Scalzi y da un contexto mucho mayor a la primera novela.
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