Es ante todo un homenaje a la lectura y los libros, desde un punto de vista muy original, ya que Firmin, el protagonista, es una rata. Una rata que adquiere inteligencia, sentido del humor...humanidad a fin de cuentas, a base de devorar libros. Literalmente al principio. Firmin nos narra la historia de su vida desde su nacimiento. Asistimos de este modo a los cambios que se van generando en él a medida que avanza la historia. Es un libro con el que se aprende mucho por las referencias a escritores, libros, películas y actores. Yo me he apuntado unos cuantos. Lo único que no me ha gustado, por ponerle una pega, es que a veces el ritmo de la historia es muy lento ya que Firmin empieza a divagar, pero en general es un libro fácil de leer y que hace reflexionar. |