Confieso que al principio de leer esta novela sentí confusión y tuve que releer algunas partes. No entendía bien lo que estaba leyendo, y es que la narración de este libro no es al uso. Por un lado, se narra a través de partes de opiniones, diarios, cartas y comentarios de personas que vivieron los hechos de esta historia tan triste. Por otro, un coro de voces de ultratumba se unen a esta extraña narración. Muertos que salen de sus tumbas para contarnos lo que sucedió la noche en que Willie quería quedarse en este mundo, y no podía ir ni adelante ni atrás. A través de estas voces tan particulares, podemos descubrir un mundo de miedos, inseguridades y tristezas, pero también de alegrías, satisfacción y amor. Y es que, una vida humana se conforma de eso, de cosas buenas y malas. Además de narrar aquella noche en la que ocurre todo, también estos personajes nos cuentan sus historias, y cómo siguen allí, en el cementerio. Y es que, para muchos, el aceptar que están muertos y no podrán volver a vivir su vida es difícil. Esta narración hace que la lectura sea fluida y se agilice, sobre todo en momentos de tensión y sorpresas. No obstante, me ha parecido un poco lenta al final. Una historia entrañable, algo macabra pero con una narración tan original que conviene leer. |