La sangre de los elfos

En este tercer libro, la saga de Geralt de Rivia da un drástico cambio que puede deshubicar al lector más desprevenido. El más evidente es que la narración ya no se divide en cuentos.Para mi, esta estructura era una de las mejores cosas que tenia estos libros, ya que le daba mucha agilidad a la narración. Ahora, al ser más lineal, ha habido momentos en que he notado que la misma decaía y no me atrapaba tanto como otras.
En esto tiene mucho que ver que ahora no nos encontramos ante aventuras independientes unas de otras, sino ante una narración lineal que se erige entorno a una guerra y un conflicto político con tintes místicos que será difícil de solucionar. Este mundo toma ya, con todas las de la ley un cariz propio, con una historia, geografía y conflictos creados com un detallismo digno de Tolkien. Sabia cuando empece esta historia que iba a encontrarme con un mundo muy maduro y coherente, y hasta ahora no me esta decepcionando este aspecto.
Ahora las cartas sobre como se va a desarrollar esta saga están sobre la mesa. Los personajes deben actuar conforme a esto y tomar posiciones.Como ya nos venia acostumbrando en libros anteriores, el mundo de Geralt de Rivia sigue creciendo, y conocemos más de su situación política y a nuevos personajes que prometen dar mucho juego. Pero para mi ha sido el mayor handicap del libro, ya que toda esta nueva información ha servido para ralentizarme en su lectura y hacer que me perdiera varias veces.
No obstante, este libro me ha encantado. Me parece que la saga ha dado un paso de gigante respecto a la trama y a los personajes, es interesante como este libro va introduciendo al lector en lo que parece que será el conflicto principal del resto de las novelas, y como los claroscuros de los caracteres van acentuándose con ello.