Nos encontramos con dos protagonistas muy especiales: Jorge y Adrián. Ambos coinciden, y se conocen, en la sala de espera de su psicóloga. Porque ambos van a terapia, Jorge desarrolló una enfermedad mental, y Adrián tiene una discapacidad intelectual, aunque, como él mismo dice, no es discapacitado, ya que es capaz de hacer muchísimas cosas. Esto y mucho más le enseñó su madre, que murió hace ya años pero que está presente a lo largo de toda la historia. Una madre maravillosa, que educó a su hijo con todo el amor y el orgullo del mundo para que pudiera valerse por él mismo y no se sintiera inferior a nadie. La historia se compone de capítulos cortos, cada uno de ellos narrado en primera persona por uno de los protagonistas, que, como no, acabarán por enocntrarse... Emotiva y especial, la autora se intenta meter en la mente de dos personas con problemas de salud mental, tarea nada sencilla... |