El bosque de los corazones dormidos

La novela cuenta con un comienzo atrayente, bonito, lleno de leyendas, cuentos y misterios que me mantuvieron pegada a sus páginas, disfrutando incluso con los sustillos.

El nuevo hogar de Clara me gustó mucho porque ¡NO hay instituto! (empezaba a estar harta de ese tipo de libros) La historia se desarrolla en un entorno rural y eso me enamoró. Yo también me habría quedado en La Dehesa, rodeaba de un impresionante bosque exuberante y misterioso.

He conseguido empatizar con la protagonista gracias a los pequeños detalles que nos unen: escuchar los mismos grupos de música, comprar en las mismas tiendas de ropa...
Sin embargo, Clara es demasiado confiada y despreocupada. Si fuera yo, después de ver que alguien ha estado en la casa en mi ausencia, no habría seguido viviendo allí sola, y mucho menos llamaría a esa "presencia" ni mi fantasma ni mi ángel. En este aspecto Clara parece muy romántica, cosa que no comparto con ella. Y tampoco soy miedosa, pero como comprenderéis, no me tomaría tan a la ligera los misteriosos sucesos en la casa y no sería tan pachorra a la hora de actuar...

Hasta este punto el libro está genial, pero cuando la protagonista cae en la trampa (alrededor de la pag 100), la cosa flojea, desinflándose como un globo. Entonces se convierte en una historia ñoña, llena de cursilerías y hormonas por todas partes, donde Clara se enamora locamente y parece estar más caliente que el pico de una plancha.
Un romance sobrenatural no pega ni con cola con el prometedor inicio de la historia, y algunas escenas recuerdan demasiado a Crepúsculo. El resto del ambiente y los problemas de la trama se quedan en segundo plano y el lector sólo puede ver cómo una historia que empezaba muy bien se va convirtiendo en un calco de la famosa saga de vampiros...
La historia de amor es muy poco creíble y no está desarrollada: Clara se enamora de su querido Bosco cuando éste la salva (¿Crepúsculo?) El topicazo de amor a primera vista me resultó pesado y aburrido. Aunque me sorprendió que, siendo una novela juvenil, la autora fuera más allá de besos y arrumacos... ya me entendéis. En cambio, sí me parecía más plausible que pasara algo entre ella y Braulio, aunque a mí nunca me gustó y desconfié de él desde el principio.

Como protagonista, Clara no tiene un gran carisma, pero está bien construida; peca un poco de falta de valor, pero es así, y eso la hace real. Por otro lado, de todos los personajes, Bosco es el único que no me dice nada. Es tan absolutamente perfecto, que resulta irreal. Es guapo, con un cuerpazo de impresión (incluyendo su miembro), es inteligente, educado, listo, cariñoso, considerado, paciente... ¡lo tiene todo! ¡Es un personaje de lo más aburrido!
¿Y los malos? ¿Qué me decís de los malos? Esos antagonistas tan cutres llamados "hombres de negro" que dan risa, en vez de miedo.

En cuanto al final... se queda tan cortado que te da rabia quedarte con la historia colgada, aunque ésta no te haya hecho tilín.

Nos encontramos ante un libro juvenil con frases muy bonitas y profundas. Habrá quien se enamore de sus páginas y otros que no... Ya se sabe: sobre gustos no hay nada escrito.

Saludos ;)