Flor de arrabal

Mi valoración personal:
Carmen Santos regresa al panorama literario con Flor de arrabal, una novela histórica de ficción contada a través de los ojos de Flora, una arrabalera zaragozana en los albores del siglo XX, que lejos de conformarse con la vida que le ha tocado, decide mirar más allá y buscar entre los teatros para hacerse un hueco en el mundo del espectáculo. Como telón de fondo una Europa convulsa, revueltas anarquistas, la gripe española y el incipiente fascismo.
Flor nace en el inicio del siglo XX en el arrabal de zaragoza. Su vida trascurre entre lavar ropa, ayudar a su madre y soportar a un padre borracho y maltratador. Tras un suceso trágico en la familia, Flor comienza a trabajar en La pulga haciendo los arreglos a los vestidos de las artistas que allí se congregan. Pero Flor no solo se queda zurciendo los remiendos ya que su bonita voz hará que florezca entre tanta escoria de la Pulga.
Pero la inocencia de Flor hace que huya a Madrid tras un desagradable incidente y vaya a parar a una pensión donde su vida cambiará para convertirse en Nora Garnier. El teatro Cocó la acogerá y allí aprenderá que para ganarse su puesto deberá vender su voz y su cuerpo. Octavi es un extraño hombre que se convertirá en el mecenas de Flor llevándola a Barcelona para convertirla en una gran artista educada y formada con los mejores profesores.
Con Flor viajaremos a París, Alemania donde vivirá los inicios de la segunda guerra mundial, que la llevara a la lejana cuba y todo ello siempre con ese amor hacia ese alemán que la salvó en la lejana Madrid e hizo que cambiara su vida. 
Con una narración bonita, cuidada y con una trama que aunque parezca algo lenta al principio va cogiendo impulso para adentrarnos en una sucesión de capitulo donde no puedes parar de leer, donde cada uno de los personajes que salen aportan a la historia ese granito de arena para formar una novela que pasa a ser sin duda de las mejores del año para mí.
Flor que comenzó siendo una incidente niña, para convertirse en una mujer fuerte y decidida que lucha con uñas y dientes para tener un futuro mejor del que le esperaba junto a su familia en el arrabal de Zaragoza.
Wolfgang, el alemán que enamoró a Flor con su bonita y dura historia de amor y ese precioso epilogo que lo cierra de la mejor de las maneras posibles.
En conclusión, un libro que he disfrutado que he vivido junto a ese gran personaje que es Flor y que como he dicho antes, pasa a ser de los mejores libros leídos no solo del mes pasado, si no del año. Recomendado para todas aquellas personas que le guste la histórica pero también que sepan apreciar una buena novela llena de realismo y amor.