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Mi primer contacto con la prosa de Laura Santolaya ha sido esta novela, que me animé a leer tras disfrutar de algunas de sus novelas gráficas. La autora nos trae la historia de una mujer o quizás de una sociedad entera preocupada más por las apariencias y los clichés que por lo que realmente cada uno quiere o siente. Es la historia de Nina, que tras quedarse en paro decide volver al hogar de su niñez. Donde no sólo se reencontrará con todos los recuerdos de su infancia y juventud, sino también con las nuevas vidas de sus amigos y con ella misma. Ha sido una lectura entretenida a la que quizás le ha faltado algo... me ha gustado pero no me ha mantenido todo lo expectante que igual esperaba. Tiene buenas reflexiones y se pasa un buen rato leyendolo. |
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