La rebelión de los buenos

“Para que el mal triunfe solo es necesario que los buenos no hagan nada”

Tras un exitosa trayectoria en la literatura infantil y juvenil, Roberto Santiago se estrenó hace unos años en la novela para adultos con “Ana”, una entretenidísima historia que se sumergía en el mundo del juego, y que, a pesar de sus más de 800 páginas, devoré en apenas 24 horas. Ahora regresa al género negro con “La rebelión de los buenos”, y lo hace por la puerta grande, al haber sido galardonada su nueva historia con el premio de Novela Fernando Lara 2023.

El despacho de abogados y detectives de Jeremías Abi se encuentra al borde de la quiebra cuando es contratado por Fátima Montero, propietaria de un poderoso imperio farmacéutico, para llevar su divorcio. Lo que inicialmente se presenta como la salvación para el bufete, pronto revela tener otras ramificaciones que podrían cambiar la vida de Jeremías y todos aquellos a su alrededor para siempre.

Mezclando novela negra con thriller judicial, en “La rebelión de los buenos” Santiago nos presenta una clásica historia de David contra Goliat, en la que un pequeño bufete de barrio debe enfrentarse a la todopoderosa industria farmacéutica, adentrándose en la sombras de las grandes corporaciones y algunas de las prácticas corruptas llevadas a cabo por estas. El negocio de la salud mueve millones y el autor aprovecha para hacer crítica de ciertos comportamientos, con un marcado carácter de denuncia social contra el sistema y su funcionamiento.

Se trata de una novela muy coral, repleta de personajes carismáticos que despiertan simpatías y odios a partes iguales. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos (bueno, quizás alguno sí). Todos se mueven en esa escala de grises que humaniza a los personajes, con sus virtudes y sus defectos, dotándolos de mayor complejidad y haciendo que resulten más creíbles para el lector.

Aquí no hay héroes, sino antihéroes, y entre ellos destaca Trinidad Bardot, una mujer fuerte, expresidiaria, que se ha hecho a sí misma a base de palos, teniendo que luchar mucho para llegar donde está.

La historia presenta numerosos giros que hacen que la lectura resulta completamente absorbente (algunos de ellos te dejarán noqueado). Aunque alguno de ellos no gozará de mucha popularidad entre el público, hay que decir que todos van a favor de la historia y no están ahí simplemente para generar shock en el lector. La historia fluye de manera orgánica y ninguno se siente metido con calzador en la trama.

Tocando temas como la salud mental, las adicciones o la relaciones paternofiliales, la historia camina hacia un proceso judicial que me ha tenido pegado a sus páginas (con lo poco que me gusta que me citen a mí a juicio y lo mucho que me gusta leer sobre ellos 😅).

No os dejéis asustar por su extensión (720 páginas), porque se lee con facilidad y estoy convencido que una vez lo empecéis ya no podréis soltarlo. ¡Una lectura de 10!