El hijo olvidado

Aitor Orizaola, un agente de la Ertzaintza suspendido que se enfrenta a un expediente disciplinario. Un personaje ya conocido en entregas anteriores y que en esta ocasión será nuestro protagonista.

Cuando su sobrino Denis es acusado de asesinato, Orizaola investiga las pruebas recabadas por sus compañeros y encuentra varios indicios que no le cuadran. Por ello, inicia una investigación paralela, en la sombra, pero por suerte no estará solo aunque si se llevará más de una sorpresa y... No todas seran buenas.

Leer al autor siempre es un soplo de aire fresco. Con una narración directa, fluida que mantiene el misterio y las ganas de seguir leyendo Mikel nos regala un personaje carismático al que es imposible no coger cariño. Pero no a solo el, pues todos los personajes están perfectamente caracterizados y es sencillo empatizar con ellos.

La historia engancha desde la primera pagina y en ningún momento resulta una lectura pesada o aburrida. En todos los capítulos ocurre algo relevante que incita a seguir pasando páginas.

La acción también está asegurada al igual que la tensión en todo momento con un ritmo frenético que no decae.

Mi única pega en este caso son los sueños premonitorios que no dejan de ser una ayuda para los personajes y demasiado convenientes... Casualidades.

El final queda cerrado, con una ventanita abierta para un segundo libro que ojalá así sea porque estoy segura que no me lo perderé.