Decía que su alma era una biblioteca quemándose y escupía combustible y prendía a quien se acercaba. |
Decía que su alma era una biblioteca quemándose y escupía combustible y prendía a quien se acercaba. |
Cuando nos ponen de frente, en vez de espejos vemos armas.
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Se te olvidó que enamorarse es recordar en otros brazos todas las razones por las que una debería quererse a sí misma.
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Marinero en tierra