 |
Un libro lleno de sentimientos, de decisiones, de injusticias y sobre todo, de mucho amor. Me ha gustado desde las primeras frases. Me parece un libro de luchar por lo que uno es y por lo que a uno le hace feliz. Nos cuenta dos historias separadas en el tiempo pero unidas por el destino. Por un lado tenemos a Claire, una estudiante de bellas artes que conoce un día a Ori, un chico extraño que solo busca sentirse vivo por primera vez. Ambos empezarán a investigar que le ocurrió a Asher Dray, un fotógrafo muy conocido que fue asesinado en una exposición a causa de la transfobia. Gracias a un diario y a cartas de amor, descubriremos su duro pasado, el vital apoyo de su familia y su amor profundo por la chica de las burbujas de la que se enamoró siendo un niño y que es el centro de todas sus obras. Un libro lleno de emociones, que te enseña lo importante que es el apoyo de la familia, amigos y personas cercanas. Nos muestra lo injusto que es que solo por ser diferentes te maltraten, te insulten e incluso lleguen a intentar matarte. Y no hablamos solo de adultos, sino de niños que tratan a Asher como si fuera algo despreciable solo porque nació siendo una mujer y él desde los 4 años. He tenido los nervios y los sentimientos a flor de piel, me sentía parte de esta historia y solo quería actuar para evitar ese desprecio y esa infelicidad. Nos muestra el dolor que pueden hacer unas palabras y como se debe educar desde pequeños a los niños para que entiendan que lo importante es el amor a los demás y a uno mismo y que lo que uno es, lo que uno quiere ser y lo que uno muestra solo es una decisión no una definición y mucho menos una definición negativa. |
>
