 |
A principios del confinamiento, Marina Sanmartín, se preguntó por el futuro de su librería y decidió mirar al pasado para repasar la historia de los que la precedieron en el mundo del libro. Este texto combina la historia del libro como objeto y de las librerías como lugar donde venderlo con las experiencias profesionales y vitales de la autora siempre vinculadas a los libros y la lectura. Suena bonito y podría funcionar. A mí, no me ha convencido. Aunque sí hay un orden más o menos cronológico, las idas y venidas entre anécdotas personales mezcladas con trozos más informativos me hacían perder el hilo, me sacaban de la lectura y me irritaba tener que volver atrás para saber de donde venía. La divagación y esa mezcla de temas aparentemente sin relación da la sensación de estar siguiendo los pensamientos de la autora. No creo que sea ese flujo de pensamiento el culpable de que no me haya gustado, sino lo poco que he empatizado con la autora. Sé que no es necesario que eso suceda para que un libro esté bien escrito o para que te guste pero, es innegable que ayuda y, más cuando se escribe des de un punto de vista tan personal. A lo largo del libro, la autora habla de su pasión por los libros y la lectura y, lo importante que es esa pasión para poder trabajar en una librería y, sin embargo, a mí me ha dejado fría. Se me hizo pesado y poco interesante. Que el libro esté plagado de preguntas sobre todo tipo de cosas y, la mayoría sin respuestas, tampoco colaboró. Definitivamente, no ha resultado lo que esperaba. |
>
