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No hablaré mucho de la trama para no entrar en spoilers de la primera parte ni de la primera era, pero diré que este libro tiene mucha más acción que el primero. Con una ambientación que recuerda poderosamente a la Revolución Industrial, nos encontramos con una atmósfera de tensión, en la que el inconformismo de los trabajadores de las fábricas tiene un papel muy importante en la trama. En este contexto, se comienzan a dar una serie de brutales asesinatos, que solo ayudarán a crispar más los ánimos de la ciudad y a hacer peligrar la frágil burbuja que les separa de la revolución. Por esto, recaerá sobre los hombros de Wax, Wayne y Marasi la misión de de frenar estos asesinatos, recibiendo para ello ayuda de personajes que me ha gustado volver a ver. Diría que este segundo libro me ha gustado más que el primero. En mi opinión, tiene mucha más acción y se desvelan algunos detalles que me dejaron con la boca abierta... Como siempre, Sanderson crea una historia interrelacionada con otros libros de la saga, lo cual siempre me gusta encontrar. Nos presenta a un Wax muy humano, que sufre y duda, que pasa por un mal momento. Y nosotros los acompañamos en su momento oscuro. Me ha gustado mucho conocer más a Wayne en este libro, ya que en la primera parte se nos presenta como un alivio cómico, pero aquí encontramos una imagen más profunda de este personaje, donde vemos que por dentro oculta cosas, sentimientos que intenta con compartir con nadie: dolor, arrepentimiento y deseos de redención. Todos los personajes que aparecen son muy complejos pero, Wax y Wayne tienen más capas de lo que pudiera parecer en un primer momento. En general, un segundo libro con mucha más acción, con toques históricos que recuerdan a la Revolución Industrial y con unos personajes más desarrollados, que comienzan a mostrar sus claroscuros. |
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