El metal perdido

No voy a entrar en detalles sobre la trama para no hacer spoiler de libros anteriores, pero os cuento que retoma la acción unos seis años después del fin de "Brazales de duelo" contextualizandonos la situación actual de Wax, Wayne, Marasi y Steris.

Se nos presenta un momento complicado para los personajes, que se ven entre la espada y la pared, planteándose quiénes quieren ser y hacia donde se dirigen sus vidas.

En este libro tenemos acción desde el primer momento, pero esto no es lo más impactante; lo que destaca de este libro es que se abre por completo al Cosmere, por primera vez se habla claramente de las conexiones existentes entre los libros que componen este universo, dejando a los lectores con la boca abierta.

Y, del mismo modo, nos encontramos con personajes que me ha encantado ver y referencias que te sacan una sonrisa o hacen que te explote la mente.

Brandon Sanderson sabe lo que hace y lo que quiere y consigue que nos quedemos boquiabiertos e impactados con este fin de Era.

En cuanto a los personajes, Wayne siempre me ha gustado, pero en este libro lo conocemos por completo y me ha gustado aún más que antes, descubrir su psicología y forma de afrontar la vida.

Otro personaje que me ha sorprendido ha sido Steris, en este libro me he enamorado por completo de este personaje, porque también somos capaces de conocerla mejor.

El final de este libro me impactó mucho e incluso me hizo derramar alguna que otra lagrimilla, me ha dado mucha pena despedirme de estos personajes y debo decir que la segunda era me ha gustado un poco más que la primera, porque nos encontramos unos personajes más adultos con otro tipo de problemas e inseguridades, muy distintos a los que encontramos en la primera.

Ya solo queda aguantar la espera hasta el siguiente libro del Cosmere, ya no de Mistborn, cualquiera, porque ya se ha abierto el mundo y estoy deseando descubrir más conexiones.