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Esta obra de ciencia – ficción nos hace llegar los pensamientos de tres de sus protagonistas, Zalt, Kest y Rut, junto con Fánot (creador de Kest y secundario en la trama) sobre la idea de seleccionar a parte de la población mundial para poder seguir existiendo.
En esta selección quedarían fuera políticos, millonarios y similares, religiosos, etc., ya que se busca volver a las relaciones más básicas sin estar dirigidos por nadie. de este modo el autor, P. L. Salvador, nos hace reflexionar sobre lo que realmente es necesario y qué es superfluo. Igualmente trata las relaciones humanas, que al principio son inmejorables, pero que con el uso y las diferentes opiniones que se pueden generar van empeorando hasta enquistarse. Esta evolución también puede observarse en cualquier civilización o país que haya tenido relevancia a lo largo de la Historia, es el ciclo de la vida.
También habla esta distopía sobre el amor, en este caso entre humano – máquina (aunque sea casi humana) que podemos entender como la pasión de los humanos hacía la tecnología.
Asimismo se deja entrever la utopía de la completa y perfecta sociedad basada en la igualdad en todas las facetas de la vida, incluso en el terreno económico. Esto hace que pensemos en el Comunismo primitivo, rayano en el anarquismo sino fuera porque en la obra si habría un líder.
Continuando con esta obra que incita a la reflexión filosófica, una vez que han quedado solo los elegidos se constata que algunos de ellos siguen con los mismos pensamientos y formas que querían desterrar. Entretanto el amor hacía la humanidad hace posible que una máquina, Kest, quiera ser 100% humana.
El resultado final de esta distopía de ciencia – ficción es que el lector comience a plantearse las cuestiones con las que empieza la novela:
- Imagina un mundo mejor. ¿Qué añadirías? ¿Qué quitarías?
Eso sí, durante toda su lectura se observa una crítica hacía este Capitalismo desaforado que vivimos, la dependencia de objetos y tecnología absurda con las que creemos hallar la felicidad y por último al sistema político – religioso establecido que prima al más fuerte. Por el contrario bendice una vuelta a la simplicidad y un mayor protagonismo y valor de la Cultura.