Des-aparecido

Me resultó un poco difícil reseñar un texto que habla sobre un pasado tan cercano: la última dictadura militar en mi país (Argentina). Es un libro que impacta directamente a las emociones del lector, por su lenguaje claro, simple y coloquial. Por momentos sentimos que estamos allí, acompañando al protagonista, que es el mismo autor, en su prisión y su soledad.
Es un relato estremecedor, que juega con el estupor de imaginar las situaciones aberrantes que se narran, sucediendo aquí mismo, en nuestros paisajes, en nuestra tierra, con nuestros compatriotas, y la angustia que produce compartir con el autor la sensación de injusticia constante y sin solución.
Narrado en primera persona, tiene un clima onírico muy especial, ya que el protagonista navega constantemente entre los recuerdos y la realidad, haciéndonos partícipes de la confusión que produce el hecho de pasar día tras día acostado en una colchoneta y con una capucha en la cabeza que anula el contacto con el mundo exterior, con el terror constante de que alguien venga a buscarnos para someternos a tortura.
En ese terrible intento por sobrevivir y conservar la cordura, es de destacar el sentido del humor algo macabro con el que el protagonista bautiza a sus carceleros para identificarlos, ya que no conoce sus verdaderos nombres, por ejemplo “Risitas”, “Pie Grande”, “Gruyere”
Lo recomiendo como una lectura que permite zambullirse en una parte de la historia argentina cercana sin camuflajes o apañamientos literarios. Simplemente, es atreverse a compartir junto al autor su miedo, su confusión y su total indefensión.