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Camden y Charlotte son compañeros de trabajo. Trabajan como profesores en la universidad y comparten departamento. Entre ellos hay una gran atracción, pero cuando intentan tener una relación las cosas no terminan bien debido a un malentendido. Charlotte acaba decepcionada, sin querer saber nada de él y manteniendo una relación cordial en el terreno laboral porque no le queda otro remedio. Su gran maldición es que, además de verse en el día a día porque ambos dan clases, tienen que preparar juntos el curso de verano. A ella no puede apetecerle menos ver a Camden, pero el destino no está dispuesto a colaborar. En el momento en el que ella se aleja, él se da cuenta del enorme error que ha cometido, pero tendrá que apostarlo todo, esforzarse mucho y demostrarle que es el hombre que ella merece a su lado. Es el primer libro que leo de la autora y no será el último porque me ha encantado. La empecé a leer sin expectativa ninguna y me ha sorprendido muchísimo. Es una novela escrita de forma fresca, sencilla, no es demasiado larga y en la que la historia y los personajes están muy bien desarrollados. Charlotte es una mujer fuerte, trabajadora, culta, muy profesional, amable, cariñosa con su familia y amigos y está siempre cuando la necesitan. Camdem no es lo que aparenta. Es muy responsable en su trabajo, sociable, amigo de sus amigos, es bastante despistado y en el amor es un desastre y peca un poco de inocente. le cuesta darse cuenta de las cosas. Entre los dos protagonistas hay una gran química, la historia de amor se desarrolla como nos gusta a muchos: de forma paulatina, con sus tiras y aflojas, encuentros y desencuentros... Además de los protagonistas, hay otros personajes secundarios que son maravillosos como Anna, la mejor amiga de Charlotte, Jamie, el hermano de Charlotte, Penélope, la amiga de Cam y sobre todo Flora, la tía de Cam. Es una mujer muy inteligente, avispada, tierna y muy familiar que rema a favor de obra en muchas ocasiones. Es muy divertida, de hecho, es clave en algunos de los toques de humor que Olga Salar incluye en la historia. En conclusión, es una historia fresca, perfectamente desarrollada, con una historia de amor preciosa y personajes maravillosos. Lo que más me ha gustado ha sido el romance de los protagonistas y la personalidad de los personajes, incluidos los secundarios. Lo que menos me ha gustado es la terquedad de los protagonistas y que debido a ella había momentos en el que la historia se volvía algo repetitiva. |
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