Cartas al señor A.

Anielka comienza a escribir cartas al Señor A. cuando su abuela se muda a su casa a vivir. Pero todo es algo extraño porque a veces su abuela no se acuerda de algunas cosas o se comporta de manera extraña.

Con la convicción firme de echar de su casa al Señor A. y que su abuela pueda así volver a ser como antes, Anielka comienza a enviar una serie de cartas a este extraño señor a quien no puede ver, pero sin duda sí percibe en casa.

A través de las cartas, a través de la mirada de Anielka, nos asomamos a una visión cercana del Alzheimer.

Al impacto en la familia, en las relaciones, en las dinámicas del día a día que se ven modificadas al tener que cuidar de la abuela. También podemos ver cómo, ante la enfermedad de un ser querido, dentro de la familia nos terminamos buscando unas personas a otras tejiendo nuevas relaciones, nuevos afectos.

Sin duda es una historia llena de emociones. Su autora cuenta que ella ha vivido lo que es cuidar de un familiar enfermo de Alzheimer y esta vivencia se refleja entre las páginas que leemos envuelta en la candidez e inocencia que da la infancia desde la que escribe Anielka.

El libro, a nivel visual, es una preciosidad. Imitando las hojas de un cuaderno, la historia se nos muestra escrita sobre esas hojas imitando la caligrafía de la niña y acompañada de bonitas ilustraciones.