Hija vieja

𝑪𝒐𝒎𝒐 𝒐𝒑𝒊𝒏𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒉𝒂𝒚 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒂𝒔, 𝒗𝒐𝒚 𝒂 𝒅𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒎í𝒂

No llevaba ni cinco minutos enfrascada en la lectura de Hija Vieja cuando pensé: ¡Qué novela tan interesante! Pero lejos de estar equivocada, acabé por toparme con una historia sorprendente. Realmente increíble.

Esta historia va de mujeres. Una de ellas es Encarnación, una anciana que vive en un viejo molino de harina junto a su nieta en un pueblo perdido en la montaña. Encarnación había heredado, al igual que todas las mujeres de la familia, una sabiduría ancestral. Por otro lado, está Penélope, una joven profesora de Historia aficionada a la arqueología que visita Vultimaco y se encuentra con un pueblo de tradiciones extrañas en el que viven más mujeres que hombres; mujeres en la mayoría solteras o viudas jóvenes regidas por un sistema matrilineal. Sorprendida ante el hallazgo intenta buscar el secreto que guarda tan celosamente este insólito pueblo.
Lo primero que salta a la vista es la atractiva cubierta que hizo que intuyera cúal podría ser uno de los temas a tratar en esta historia; pero además me gustaría destacar tanto el cuidado exterior como el interior tocado con bellos detalles que producen en el lector una mejor experiencia lectora. Además, la estructura de la novela es cómoda, dividida en cuarto partes bien diferenciadas y capítulos de corta extensión. Asimismo, 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒔𝒂 𝒅𝒆 𝒈𝒓𝒂𝒏 𝒂𝒈𝒖𝒅𝒆𝒛𝒂 𝒕𝒓𝒂𝒏𝒔𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂 𝒂𝒍 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒂 𝒖𝒏 𝒄𝒂𝒓𝒓𝒖𝒔𝒆𝒍 𝒅𝒆 𝒆𝒎𝒐𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒚 𝒍𝒆 𝒆𝒏𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒆𝒏 𝒖𝒏𝒂 𝒂𝒕𝒎ó𝒔𝒇𝒆𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒈𝒊𝒂 𝒚 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒏𝒕𝒂𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐. Esta novela podría catalogarse de suspense con toques de fantasía y de ficción histórica.

Con minuciosidad, el autor describe 𝒖𝒏𝒂 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒏𝒔𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒔𝒊𝒔𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓, 𝒍𝒂 𝒔𝒐𝒓𝒐𝒓𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒍𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒆𝒛𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒋𝒂𝒓 𝒏𝒖𝒆𝒗𝒂𝒔 𝒂𝒍𝒊𝒂𝒏𝒛𝒂𝒔 𝒚 𝒔𝒐𝒍𝒖𝒄𝒊𝒐𝒏𝒂𝒓 𝒑𝒓𝒐𝒃𝒍𝒆𝒎𝒂𝒔 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒔𝒊 𝒒𝒖𝒆𝒓í𝒂𝒏 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆𝒗𝒊𝒗𝒊𝒓. En esencia, es un canto alegórico a la figura de la mujer.

Hija Vieja es una lectura sorprendente y decidida que habla de mujeres. Es una novela para mujeres pero especialmente recomendaría su lectura a los hombres y que fueran ellos los que opinasen. ¡Ahí lo dejo! Y, a decir verdad, me alegra que haya sido escrita por Javier Sachez.

Al final, 𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒕𝒂𝒍𝒍𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒏𝒂𝒓𝒓𝒂𝒄𝒊ó𝒏, 𝒍𝒂 𝒂𝒎𝒃𝒊𝒆𝒏𝒕𝒂𝒄𝒊ó𝒏 𝒕𝒂𝒏 𝒆𝒏𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒑𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒋𝒆𝒔, 𝒆𝒍 𝒎𝒂𝒕𝒊𝒛 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒕𝒖𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝑽𝒖𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂𝒄𝒐, 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒔𝒂 𝒕𝒂𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒆𝒕𝒖𝒐𝒔𝒂 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝑬𝒏𝒄𝒂𝒓𝒏𝒂𝒄𝒊ó𝒏... todo se me iba acumulando en la mente hasta que finalizé el libro con una sensación de plenitud total.

¡Ah! 𝑬𝒔 𝒆𝒔𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒍 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒂𝒓 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒏𝒐𝒗𝒆𝒍𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒂.

𝑴𝒊𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒓𝒆𝒔𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔: Hay tantas opiniones como hombres y os puedo asegurar que esta lectura no es una lectura normal que contiene una historia corriente. Más bien todo lo contrario. 𝑺𝒐𝒔𝒑𝒆𝒄𝒉𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅𝒂 𝒆𝒍 𝒗𝒊𝒂𝒋𝒆 𝒂 𝑽𝒖𝒍𝒕𝒊𝒎𝒂𝒄𝒐 𝒏𝒐 𝒓𝒆𝒈𝒓𝒆𝒔𝒂𝒓á 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒂 𝒇𝒐𝒓𝒎𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒇𝒖𝒆. Yo descubrí una imagen nueva de mi entorno y debo reconocer, antes de concluir, que me vi influenciada por ciertas supersticciones personales en este caso. Pero eso es otra historia.










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