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Una historia más, donde simplemente con el titulo ya sabemos por donde va a ir la cosa. Una historia que quiero dejar claro que es ficcionada, aunque la autora como bien dice en la nota final se basa en experiencias de diferentes supervivientes. Y aclara también, que el ajedrez no es ni mucho menos lo principal en esta historia, no se centra en jugadas o partidas que puedan ser complicadas para alguien que no sea un experto, sino que usa este juego como hilo conductor de la trama, lo usa como comparación de la vida. La historia comienza con el final del libro, algo que te deja reflexionando desde el mismo principio, en los siguientes capítulos la autora va aclarando este “final”. Contado en primera persona por nuestra protagonista Maria Florkowska, en diferentes momentos, antes de su captura por la Gestapo, momentos en el campo de concentración y momentos del después, de esta forma iremos conociendo a María, un joven judía polaca que colabora con la resistencia de Varsovia, intentando salvar a personas, sobretodo a niños. Iremos conociendo a una gran cantidad de personajes a lo largo de la novela, algunos muy importantes para la protagonista, ya que gracias a ellos ayudan a María a seguir luchando por sobrevivir. Alguna cosa me ha chirriado, pero son pequeñas cosas, quizá de haber leído tanto sobre el tema, el hecho de intentar comparar la portada con otra obra no tiene mucho sentido, y que algunas expresiones en alemán o en yidis no estes traducidas, sigue sin gustarme. Una historia para los amantes de los campos de concentración, que no es excesivamente dura como pueda haber otras, que te hace reflexionar además de ver como afecto esta “experiencia” a algunos supervivientes. |
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