Muerte de una sirena

Estamos frente a una novela de suspenso en que el protagonista es es escritor Hans Cristhian Andersen, pero no se crean que Hans Cristhian es un héroe, por el contrario, es un hombre atormentado por no haber logrado convertirse en un escritor aunque sea de mediano éxito y que vive casi de la caridad de una familia pudiente que lo ha tenido bajo su protección, pero que ya se comienza a cansar.
Esta es también una novela agobiante, sobre todo por el ambiente en que se desarrolla, Copenhague que es el escenario de la historia, se muestra como una ciudad que literalmente apesta, una sociedad en que los pobres no valen nada y que sus vidas y condiciones no le importan a nadie. Y dentro de estos pobres las más miserables son las mujeres, cuya única forma de malamente sobrevivir es la prostitución.
En síntesis un ambiente paupérrimo y decadente en más de un sentido.
Desde el principio el lector conoce la identidad del asesino, aunque este dato es engañoso, lo que debe descubrir es cuáles son sus motivos y si Hans Cristhian lo va a poder descubrir y detener. Pero se tiene el convencimiento de que el aspirante a escritor no tiene ni el carácter ni la personalidad que se requieren para llevar a cabo tal misión.
Sin duda lo que motiva a la lectura es conocer más acerca del asesino y sus motivos.
Para mí no fue una novela fácil de leer, no porque tuviera un estilo complicado si no porque es bastante agobiante en muchos sentidos, a la atmósfera decadente y de podredumbre de la ciudad, también se une la de los seres que la habitan, no hay ningún personaje que se destaque como "héroe" ni siquiera el protagonista que está lleno de miedos, traumas y que es un ser claramente atormentado, que se ve involucrado en una investigación de asesinato a la que se ve arrastrado pues es la única forma de salvar la vida, contando solo con la ayuda de la hermana de la víctima quien es consciente de que a pocos o mejor a dicho a nadie le importa lo que le pasó a Anna
El libro está dividido en tres partes siendo la primera la más tensa, ya en la segunda el ambiente ya se aligera bastante, pero no por ello pierde la tensión de saber que está pasando o que es lo que va a ocurrir más adelante.
Por otra parte vvemos a un Hans Cristhian que toma más las riendas de la situación, ya no se vislumbra como la víctima de la primera etapa.
Con escenas llenas de tensión muy bien logradas, momentos en que parece que todo va a salir mal y los protagonistas serán descubiertos y destruidos por sus enemigos, un libro que mantiene al lector en vilo y que le da pocos momentos de respiro. No solo no le da respiro si no que lo mantiene en constante estado de alerta y de angustia, como dije el libro está dividido en partes y el final de la parte dos, está de comerse las uñas (menos mal que es algo que no hago)
Con un final vertiginoso en que las piezas comienzan a encajar, pero que a pesar de que se acerca el desenlace no se sabe en qué puede terminar la historia y la tensión no decae y que nos lleva a un final que cierra una excelente historia con maestría, que nos muestra a un Hans Cristhian Andersen que está iniciando su carrera de escritor, que ya sabe las historias que quiere contar y lo más importante porque quiere gritar al mundo verdades que el mundo no quiere oír y que hay una sola forma de decir verdades sin que los poderosos la censuren a través de cuentos para niños.
Una novela fuerte, y magnífica a la vez.