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Nos encontramos ante una de esas obras en las que lo peor que se puede decir de ellas es que no desarrolla todo el potencial que tiene. Parte de una premisa bastante interesante, y como suele suceder con muchas distopías, casi premonitoria. En el futuro no muy lejano en el que se desarrolla este cómic, los robots han sustituido a la raza humana en prácticamente todos los trabajos, lo que hace que los humanos estén desempleados, y su sustento dependa de un robot doméstico. En este contexto, los robots miran a los humanos, que llegaron a esta situación por su propia culpa, con un profundo y creciente desprecio. Sin embargo, la aparición de un nuevo tipo de robot, los androides; más parecidos físicamente a los humanos y menos proclives a los fallos, desquilibra el frágil sistema en el que este mundo esta sustentado. No me quiero meter en más detalles de la trama, solo diré que peca por exponer las ideas, críticas sociales e inquietudes en las que se basa de una forma demasiado obvia, haciendo que la visión que ofrece sobre conceptos como la masculinidad tóxica, la meritocracia o la lucha de clases sea quizá demasiado burda. Entiendo perfectamente que cuando un autor quiere exponer unas ideas se enfrente al peligro de que estas sean pasadas por alto cuando se es excesivamente sutil, pero lamentablemente lo contrario no suele funcionar muy bien, como es el caso de "Not all robots", al hacer que algunas cuestiones parezcan ridículas o den pie a diálogos poco creíbles por el mero hecho de tratar de resultar más accesible. En el apartado gráfico, nada que objetar al trabajo de Mike Deodato jr., salvo que en aquellas escenas en las que aparecen multitud de personajes su trazo hace que no se distinga con mucha claridad lo que está sucediendo. Un cómic entretenido y que pone sobre la mesa ideas muy interesantes, pero que por culpa de su pobre ejecución se queda en un quiero y no puedo. Una lástima, la idea central merecía mucho más. |
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