El hombre sin rostro

Nos situamos en el Madrid de 1908, con el extraño asesinato del profesor Ernesto Silva en el Museo de Historia Natural. Además de la policía quien no parece tomarse mucho interés, al escenario llega Elías Arce un joven aspirante a periodista, que ve en este hecho su oportunidad para crecer dentro del periódico para el que trabaja. También se encuentran en el lugar el profesor Fo, su hija Irene y su criado Nabucodonosor.
Cuando comienzan a sucederse más extrañas muertes, nuestro protagonista acabara formando equipo con ellos emprendiendo una investigación que, siguiendo las pistas los llevara desde Madrid a Barcelona o Pontevedra.

Me ha gustado como esta escrita la historia, ya que el autor logra, jugando con asesinatos, experimentos científicos, pócimas que transforman a las personas en otras… un conjunto que funciona muy bien y sorprende al lector haciendo que no pueda dejar de leer.

La ambientación está muy lograda, tanto en las descripciones de los lugares como de los personajes. El autor mezcla los escenarios reales con una trama de ciencia ficción asociada a un proyecto científico de índole militar en el que hay involucradas importantes personalidades y Estamentos del Estado.

Hablando de los personajes, tengo que decir que me han resultado bastante pintorescos. Elías, además de su pelo rojo, es bastante patoso, ingenuo y simple. Tiene además una forma muy peculiar de pensar en forma de definiciones de crucigrama. El profesor Salomón Fo es un científico ilustre, con una mente privilegiada, algo estrafalario (como buen científico) y además adicto a los piononos.
Nabucodonosor Orlok, el mayordomo, parece sacado de una novela de terror, por su aspecto cadavérico y que además asegura tener más de doscientos años.
En cuanto a su hija Irene Fo, con su apariencia algo andrógina, es lo menos parecido a una joven dama de la época. Practica el boxeo, fuma en exceso y conduce de forma temeraria.
Irene, es inteligente y perspicaz, muy observadora y con una mente prodigiosamente deductiva. Todo esto hará que Elías se enamore perdidamente de ella.

Todo el conjunto formado por ambientación y personajes da lugar a situaciones absurdas, diálogos agudos llenos de indirectas que hacen que no puedas evitar soltar alguna carcajada mientras lees.

En conclusión, una novela corta fácil de leer que auna suspense, misterio, aventura e incluso parodia. Con un cierre que no deja cabos sueltos en el caso investigado pero sí parece dejar abierta la puerta a que nuestros protagonistas vuelvan a correr nuevas aventuras juntos.
Y aunque no es del estilo que suelo leer pues no soy fan de la ciencia ficción, tengo que decir que me ha entretenido y en algunos momentos me he sentido dentro de una de las novelas de Conan Doyle.