Un libro que me ha gustado no solo por su parte "policiaca" con su inspector peculiar (como parece ser costumbre en todas las novelas policíacas actuales, sí bien su "peculiaridad" me ha arrancado alguna sonrisa) si no por plantear como un lector avido de novela negra puede llegar a construir asesinatos con una perfección que haga romperse la cabeza a la policía
|