Eleanor y Park

Eleanor y Park es un libro que puedo clasificarlo como diferente debido a que no es esa trama casual de romance y cliché que uno esperaría, sí tiene sus momentos pero no es su esencia. Adentrándonos a los personajes, la personalidad de Park es de un chico muy normal que hasta quisieras pedirle que hiciera algo malo, tanta tranquilidad es de preocupar.

Pero ¿Saben algo? Eso es demasiado intrigante que pedirle a la autora que abordara en la vida de este chico es lo que deseas tanto. Con respecto a Eleanor volvemos a que no es un libro común, no esperas ver a una protagonista de su complexión porque estamos (muy en ocasiones) acostumbrados a ver a protagonistas bonitas, delgadas y como luego las definen “talladas por los mismo dioses” tranquilas y después ¡BAAAAM! Salvan al mundo. Aquí no esperes eso, Eleanor es quizá una chica a la que ves a menudo y solemos esquivar. Park lo intentó pero la cotidianidad que emana Eleanor le despertó un gran interés.

Además cabe resaltar resaltar que Eleanor no la lleva fácil, no tiene la familia normal que al menos Park tenía, Eleanor la pasaba fatal, quería huir, entonces su gentil caballero de la armadura o del discman la salvaría o al menos intentaría darle ánimos.

Otro punto a rescatar del libro es la época en la que está ambientada precisamente en 1986 ¡GRACIAS! Es tan exquisito tener otra época en donde la música urbana o la tecnología no abundaba; en donde hacer cartas todavía era legal.

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