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Siempre se ha hablado del nacimiento de Seraphine y Danny Mayers, los mellizos de Summerbourne. Es por ello que, cuando el padre de ellos muere en un accidente y Seraphine encuentra una fotografía extraña, sus dudas vuelven. El libro está narrado desde el punto de vista de Seraphine y también de Laura, la niñera de su hermano mayor Edwin. He de decir que hasta las últimas páginas no me ha interesado realmente todo lo que iba sucediendo. Para mi gusto sobran páginas, y no lo consideraría un thriller como tal. Sí es cierto que los capítulos de Laura son los que más me han llamado la atención y conseguían atraparme. El final en parte me ha sorprendido, aunque hay cosas predecibles, también cosas que bueno, se han metido con calzador para mi gusto. En general, no ha estado mal, pero no he conectado con los personajes. |
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