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En sus primeras trescientas y pico páginas esta novela es árida, pesada, avanza muy lentamente por la vida de esta familia judía de Newark, que supongo es la del propio escritor porque se llaman igual. Hasta el niño protagonista se llama Philip.Y de pronto, en las últimas cien páginas empiezan a pasar cosas una detrás de otra, una detrás de otra y llegas al final sin respiración, no dando crédito a lo que ha pasado. Ese final sí que funciona como distopía, el resto, pues no. al final tiene un apéndice con los personajes reales del libro y una explicación de lo que verdaderamente pasó, que viene bien por aquello de saber cultural general y eso.Le doy tres estrellas porque está muy bien escrito y voy a enriquecer vocabulario. Y ya.
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